Pongámonos a pensar en qué pasaría, si al mejor chef de la ciudad le tocara cocinar en diferentes cocinas todos los días. Cómo se sentiría si aún sabiendo la receta y confiando en sus habilidades, desconoce con qué ingredientes y utensilios cuenta, pues nunca antes ha estado allí.
Supongo que se sentiría "perdido", porque la distribución física y el orden de las cosas no le permiten recordar ni avanzar con la misma rapidez. Invertiría mucho tiempo antes de empezar y tardaría más de lo necesario. Hasta podría mostrarse incómodo por no contar con sus ingredientes favoritos o por carecer de ese artefacto que le ayuda a triturar más rápido los alimentos.
¿Ha pensado que hasta este chef llegaría a sentirse desmotivado y sin ganas de seguir su labor?
De la misma manera podría sentirse su hijo si no le facilita un lugar estable en el momento que necesite elaborar a diario sus deberes.
El sitio de estudio deberá ser como un templo sagrado. Allí buscaremos que el niño se sienta relajado, seguro y motivado, para así poder darle rienda suelta a sus capacidades y a su imaginación.
Para esto, describiremos las condiciones físicas y ambientales que deben estar presentes para convertirlo en el lugar ideal:
- Una mesa o escritorio de material resistente, de superficie lavable y suficientemente amplia para desplegar con cierta comodidad los libros y cuadernos.
- Una silla que le ayude a conservan una buena postura y que a su vez sea cómoda, pues allí podrá pasar largos períodos de tiempo.
- El sitio en donde se ubique esta mesa o escritorio debe contar con buena luz natural y artificial. Esto favorecerá la visión y evitará que se cansen los ojos. Intente que la dirección de la luz no imparta "sombra" en el papel cuando su hijo esté escribiendo o dibujando. Busque que la luz venga del lado izquierdo si su hijo escribe con la mano derecha y viceversa. Evite la luz directa a los ojos y utilice bombillos que emanen luz blanca y poco calor.
No utilice lámparas con protectores amplios tipo "campana". Compre una lámpara para escritorio de oficinas, ya que con ésas se puede controlar y dirigir la dirección de la luz.
- La temperatura del lugar debe ser fresca, para que el niño no le incomode el frío ni el calor. Si necesita añadir la ayuda de un ventilador, evite que el aire dé directamente a la mesa, porque hará que las hojas de los libros y los papeles salgan volando o distraigan al niño con los movimientos. No olvide que el área debe ser ventilada pero sin corrientes de aires excesivas; la circulación evitará también los olores desagradables.
- Este lugar debe estar disponible para cuando el niño necesite dedicarse a sus deberes y de cierta forma debe ser "propio". ¡Así que evite trabajar en la mesa de la cocina o en la mesa donde se servirá la cena!
- En el área de ejecución de la tarea debe ser silencioso y libre de las interrupciones con ruidos del tránsito, paso de gente o televisores encendidos. Algunos niños mejoran su concentración cuando escuchan suavemente música mientras trabajan. Compruebe que así sea y en caso contrario, sea amable y firme cuando remueva el radio de este lugar. Quizás pueda utilizarlo cuando sólo tenga que colorear proyectos que no ameriten concentración sino inspiración.
- Evite hablar por teléfono cerca de la zona y baje un poco el volumen del repique, ya que todo timbre genera distracción. Remueva el celular de la zona de estudio.
- Usted decidirá si el niño necesitará la computadora como herramienta de trabajo. Durante este tiempo de tarea, el uso de la computadora será utilizada exclusivamente con fines de investigación o de apoyo. En esto último, esté pendiente y monitoree que así sea. Instale un sistema de seguridad en donde bloquee el acceso a páginas con contenidos no deseados.
- El niño necesita obtener el apoyo de los miembros del hogar para promover el silencio en este recinto. Puede elaborar un cartel en donde indique que se encuentra trabajando y que por favor no se le moleste. Esto lo ayudará a evitar las interrupciones de los hermanitos, inspirará respeto y se sentirá importante. Puede utilizar divisores de ambientes en caso de que su casa cuente con espacios reducidos para este fin.
- No podrá faltar la presencia de un reloj, una campanita y un calendario de escritorio. En un próximo blog, les hablaré de la importancia de su uso.
- Tenga una papelera al lado de la silla.
- Recordando el ejemplo del chef… su hijo necesita tener los materiales escolares a la mano y a su disposición. Utilice envases de plástico y con etiquetas para organizarlos y así no tendrá que perder el tiempo en levantarse a cada momento en que le falte algo. Asegúrese de proveerle lápices, creyones, goma de borrar, goma de pegar, tijeras, una calculadora, una regla con números de fácil lectura, sacapuntas (preferiblemente eléctrico). Además necesitará tener a su alcance los libros de referencia, diccionario, hojas y cuadernos.
- En el mismo lugar de estudio y solo para la lectura de placer, podemos colocar cojines en el piso o una silla reclinable para que el niño se relaje y disfrute la actividad. Recuerde mantener la buena iluminación.
- Una vez por semana, haga una limpieza del área. Quite el polvo y desinfecte las superficies.
- Compre un archivo para los papeles más importantes y elimine los que están de sobra.
Si bien es cierto que seremos flexibles, también seremos organizados y conscientes del sitio y de las condiciones de estudio. Tomemos esto como un pequeño plan de contingencia o plan B, pero tengamos establecidas las reglas, las pautas y los materiales.
Recuerde al chef… es como hacer una parillada o "barbecue" en el patio…
Si este es el caso de su hijo(a), preste atención a las recomendaciones:
- Asígnele un pequeño bolso para tareas del plan B, en donde puedan caber cómodamente y sin maltratarse algunos libros o cuadernos que necesiten ser transportados.
- Prepare y mantenga siempre en este bolso: lápices, sacapuntas, creyones, bolígrafos, tijeras, goma de pegar, una regla, una calculadora, hojas y una carpeta con cobertura dura de plástico. Estos materiales no podrán ser los mismos que haya sacado de su Lugar de Estudio.
- Incluya un libro que le guste a su hijo y unas toallitas antibacterial.
- Meta una pequeña botella de agua y una merienda ligera como por ejemplo: unas galletas o un manzana.
Nota importante: Establezca las normas indicándole que solo hará algunas tareas que se puedan ejecutar según las circunstancias. Mientras esté fuera de casa serán tareas sencillas que no impliquen investigar en la computadora, grandes proyectos o estudio para un examen.