Si buscamos en el diccionario de la Real Academia de la lengua española el significado de la palabra "sobrepeso", encontramos que nos define esta palabra como el "exceso de peso en una carga". Podemos entender entonces que ya el objeto tiene una "carga inicial" y que se le suma o se agrega una "carga adicional".
Cuando escuchamos el término "sobrepeso", quizás viene a nuestra mente la imagen de un querido y risueño niño gordo, pero bien sabemos hoy en día, que esto no es saludable para el funcionamiento físico ni mental de nuestros hijos. Viéndolo desde el punto de vista educativo, este es un tema que está dando mucho para que los padres empiecen a reflexionar, debido a que algunos de ellos están creando "niños con sobrepeso académico y social".
En el área de la educación, lo que antes se consideraba como excepcional, hoy tiene que ser de manera obligada una "norma". Se ha dado la modalidad de crear a niños excesivamente perfectos para que sobresalgan sobre el resto de sus compañeros, amigos y en muchas ocasiones entre sus familiares, creándose así una competencia silenciosa entre los padres.
Existen padres que no les importa el riesgo físico ni mental que esto implique, pareciera que quisieran tapar el sol con un dedo con tal de que sus hijos sean lo mejor en todo: en la escuela, en deportes, en lo social, en música o arte, físicamente atractivos, buenos hijos, buenos hermanos, etc. Es por eso que algunos padres ponen cargas adicionales de manera irresponsable para que sus hijos destaquen al precio que sea: con tutores, con horas extras de trabajos y proyectos, con horas de dedicación al deporte y al arte... Esta obsesión por la perfección, está causando que muchos niños y adolescentes se enfrenten a depresiones, problemas serios de salud y conductas poco sociales.
Las agendas de estos niños están llenas de actividades que escasamente les permite compartir o relajarse con lo que le correspondería según sus edades, son unos pequeños empresarios académicos que se les mutila la infancia y la adolescencia solo para que los padres pueda vanagloriarse de los méritos y logros de sus hijos, llevándolos de la mano como si fueran trofeos.
